El empoderamiento de la caricatura política en México

La caricatura política es un arma de dos filos, puede mover a las masas a favor o en contra de los regímenes políticos Bajo éstas condiciones, es necesario considerar a la caricatura política como un arma efectiva que utilizaron los grupos políticos para atacar las ideas y satirizar a los contrincantes. Pese a las restricciones de los políticos, la caricatura se sobrepuso, apareciendo en los periódicos más importantes de México para consolidar la sustancia “rebelde” de la prensa mexicana.

La imagen visto desde el punto gráfico, representa la consolidación de ideas dentro de la sociedad y más en la época de la Revolución Mexicana cuando la mayoría de la población seguía siendo analfabeta y sólo los círculos sociales altos podían tener acceso a periódicos doctrinales.

Dentro de las características que debe de tener la caricatura, se debe de presentar una idea general aguda de las situacione sociales para presentar una percepción aguda para ironizar y deformar la figura de una persona, sobre todo para no exagerar y perder la esencia de la persona que se representa.

“En México, la caricatura política se inserta en la herencia de una rica e importante tradición gráfica. Se ha demostrado que las imágenes pueden ser una poderosa arma política que atacan a cualquier persona o institución sin distinción de clase o de ideología. Así sea impugnación o fuerza de reforma social, la caricatura encierra dentro de su lógica satírica un arma de doble filo, ya que puede ser utilizada políticamente tanto por tendencias progresistas como reaccionarias” Fernando Ayala Blanco (2010)

La caricatura política tiene un fin social, que es mostrar la realidad vista desde el punto del autor y mayoritariamente de la sociedad, para difundir el desagrado y la inconformidad de ideas frente a los cambios políticos y sociales de todo el país. Las caricaturas en México siguen representando ese eje de opinión en las que se guarda el texto para devolver a la imagen una cualidad de comunicación para una clara comprensión social. Por eso la caricatura política, y la opinión pública van de la mano con el diálogo político y la libertad de expresión por la cual tanto se luchó y se sigue luchando.

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