Nota al lector

Querido lector, hay unas cuestiones que necesitas preguntarte antes de continuar: ¿Existen más caricaturas políticas de derecha que de izquierda? ¿Conoces alguna caricatura política de derecha? Con estas preguntas en tu mente, comenzaremos una historia real llena de misterios e intrigas; de la caricatura política en la revolución mexicana.

Desde el nacimiento de México como país independiente, se ha desenvuelto en problemas políticos y sociales que han cambiado el rumbo de la nación y de las decisiones que han afectado a la población nacional. Desde una estructura monárquica hasta estructuras federalistas y centralistas, la pugna y la lucha por el poder ha sido una constante entre los líderes de la nación. La opinión pública siempre ha sido el eje del entendimiento del espacio público  en el que la confrontación de opiniones se establece a partir de la igualdad entre los individuos.

Los libros de historia oficiales nos marcan el Porfiriato como una época de paz y prosperidad en la que México se integró de lleno a revolución industrial y se abrió paso al mundo como un Estado desarrollado, en el que el arte floreció y el peso llegó, incluso, a tener un mayor valor que el dólar. Pero, ¿esta imagen que se dio al planeta era coherente con la realidad?

Está claro que las desigualdades sociales entre grupos de élite y populares eran inmensas, pero la mayoría no podía oponerse a la dictadura sin poner en riesgo su vida. De aquí los mexicanos pensaron y utilizaron formas más creativas  de protesta, usando el creciente uso de la caricatura política. La caricatura unificadora. ¡Ja! ¿Cómo un dibujo puede canalizar una revolución? La caricatura.

El medio en el que arte toma un motivo social para protestar, representa gráficamente el contexto por más que palabras. La caricatura, que tiene la facultad de dejar miles de mensajes impresos en nuestra mente sin grandes preámbulos, era sumamente descarada.

La caricatura política ha sido uno de los senderos por las cuales el ser humano ha transgiversado la opinión pública mediante la ironía y la ridiculización; ya cuando estos elementos son representados gráficamente se le llama “caricatura política”. Los artistas representaban las ideas del pueblo y de los mismos autores, lo que se platicaba en las calles, los rumores que se esparcían entre la población, las ideas que promovían los gobernantes  y las inquietudes de los ciudadanos que poco a poco perdieron el miedo a dar sus opiniones de forma pública.

Estas representaciones gráficas a su vez servían para comunicar de una forma directa los sucesos que irrumpían la cotidianidad nacional. Bajo éstas condiciones, es necesario considerar a la caricatura política como un arma efectiva que utilizaron los grupos políticos para atacar las ideas y satirizar a los contrincantes. Pese a las restricciones de los políticos, la caricatura se sobrepuso, apareciendo en los periódicos más importantes de México para consolidar la sustancia “rebelde” de la prensa mexicana.

Lector, debo decirte que uno de los principales precursores ideológicos y unificadores de la resistencia contra la dictadura latente fue también el administrador de los medios impresos más incisivos con el contenido más rico en animación política: Ricardo Flores Magón.

Cuando el pasante Ricardo, el estudiante de derecho Ricardo; era sólo un muchacho curioso e inquieto, se unió a sus hermanos, Jesús y Enrique, y amigos para empoderar una lucha en la que las armas a usar eran las ideas y los escudos eran sus argumentos. Estudiantes de derecho publicaron los días 7, 15, 21 y último de cada mes el periódico “Regeneración», cuya accesibilidad tenía el precio de 2.50 pesos la suscripción trimestral.

Las noticias publicadas de dichos periódicos liberales estuvieron redactadas de tal manera que conmovieron y penetraran en la mente de los lectores, se apoderaban de la noticia y retocaron cada nota con el fin de lograr su objetivo:

  El ex-caricaturista Daniel Cabrera fue acusado por “injuria grave” consiguiendo una orden de aprehensión, a pesar de llevar meses de inactividad a causa de diversas congestiones cerebrales derivadas en una severa hemiplejia. La nota explica que el juez desestimó esta situación y continuó con la orden a pesar de que “la familia suplicó”. Se da a entender que el juez y el acusado hablaron en privado hasta que bajo la influencia de un soborno implícito el ex-caricaturista expresó que era «su voluntad que el periódico dejara de existir».

Numerosas eran las motivaciones de instigar al público a ser críticos como los obstáculos que se presentaban a lo largo de las publicaciones. Numerosas fueron las hazañas periodísticas y de diseño en el que cada publicación representó una victoria más contra la opresión de la libertad de expresión.

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